El Ministerio Público de Brasil volvió a presentar hoy una denuncia de corrupción contra el ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, esta vez por un caso de presuntos fraudes fiscales que también incluye al hijo del ex mandatario.
La denuncia del ministerio, equivalente a una fiscalía, está enmarcada en la llamada "Operación Zelotes", que investiga una trama corrupta en el Consejo de Administración de Recursos Fiscales (CARF), perteneciente a la cartera gubernamental de Hacienda.
Lula y su hijo Luiz Cláudio Lula da Silva son acusados de tráfico de influencias, lavado de dinero y formación de una organización criminal, según reportó la estatal Agencia Brasil.
Los investigadores parten de que ambos y dos consultores participaron en manejos irregulares para la compra de 36 cazas de fabricación sueco, adquiridos por el Estado brasileño en 2014 tras varios años de negociaciones y que deben ser aún entregados.
La Agencia Brasil señaló que el hijo de Lula recibió 2,5 millones de reales (unos 700.000 dólares) en pagos de la empresa de los consultores, que "corrompían" a integrantes del CARF.
Lula, presidente entre 2003 y 2010 en la primera economía de América Latina, debe afrontar pronto ya un juicio de corrupción por varios cargos, tras ser inculpado sobre todo en el marco de la operación conocida como "Lava Jato", que investiga la corrupción política.
El ex líder del izquierdista Partido de los Trabajadores (PT), considerado el artífice del despegue económico de Brasil en la última década, niega los cargos y acusa a sus adversarios políticos de estar de ellos para intentar evitar su posible regreso a la arena política.
Brasil está sacudido desde hace meses por varios escándalos de corrupción.